EL POST-IMPRESIONISMO DE LUCAS POSADA
EL POST-IMPRESIONISMO DE LUCAS POSADA G. ABSOR-VIENDO LAS EXPERIENCIAS PICTORICAS
DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX MIENTRAS SALTABA DE UNA PIRAGUA A UNA
HAMACA EN CUALQUIER BOHIO BAJO EL CANDENTE SOL DEL TROPICO O EN
EL CRUEL FRIO DE LAS HIERENTES ESTALACTITAS DEL NORTE
Cuentan que cuando Gauguin reunido con sus compañeros que iban a ser los NABIS EN UN CLARO DEL BOIS D’AMOUR señalándoles un árbol les pregunta: De que color es ese árbol Verde? lo ven Verde? pues píntenlo con el mas rico verde que puedan tener en la paleta, y ven las sombras Azules? Pues píntenlas con el mas violento azul que puedan encontrar, y los perros rosados, y los cristos amarillos, y la tierra roja, y las mujeres de bronce y del mas bello dorado que alumbra como en la tierra del Dorado. Lucas hunde la punta de la brocha en el color y con rápida aplicación va dejando la huella del pigmento sobre los fondos planos o sobre texturadas zonas de color puro que va cerrando con demarcaciones que Rouault siguiendo a su maestro de vitrales había hecho en su juventud y que Lucas partiendo de esta influencia beneficiosa en su desarrollo nos presenta un tranquilo expresionismo en el cual la figura y el entorno se funden para decirnos que todo es lo mismo como entendían la naturaleza los moradores de los bohíos que amaban en las hamacas y se desplazaban en las piraguas bajo los magníficos atardeceres que no olvidarían ni Gauguin ni Isaacs por el resto de los siglos.
La obsesión que este Lucas de Amaraca que no un Cranach, es el divisionismo, es la luz que se filtra por la espesura, y que sigue poniéndole el color a la punta de su brocha como un buen Aguirre perdido en una balsa dando vueltas como un derviche tratando, como en un remolino, ya en el vortex sobre las aguas o la tierra, penetrar a lo profundo con esas figuras que se desvanecen en el fondo en cualquier lugar de la superficie de la tela, o es de la tierra?
Leonel Góngora
Pelham, Febrero 26 de 1992