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MAV Ana Maria Escallon



La obra de Lucas Posada la habitan diversas  pieles porque a través de
su obra  el artista conjura el paso del tiempo con el círculo como la
unidad del ciclo. Como  los mitos,  al final volvemos al principio. El
animal que se come su cola, el hombre que es ceniza vuelve a serlo.
Por otro lado, la forma del espiral es su referente más próximo porque
se trata del movimiento continuo que, pueden ser las direcciones de
vida. La existencia esconde en lo más profundo, es comienzo primitivo
del inconsciente colectivo.
El trabajo de Lucas Posada  está demarcado por una geometría cerrada
simbólica  del reencuentro. El laberinto se entiende como  la
distribución simbólica del orden o, cómo el Mándala, como centro.  Lo
oriental y lo occidental se unen en una forma de gravedad sistemática
que encuentra en el espacio artístico una representación visual. En
realidad, ha sido una constante, todos los grandes físicos como
Einstein o Hawking han tenido la misma ambición: alcanzar la certeza
de una teoría unificada a través de una descripción geométrica del
universo.

Ana Maria Escallon

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